Mejora de la Calidad del Agua
La contaminación de los arroyos proviene de una serie de actividades residenciales y comerciales comunes en toda la ciudad. Las aguas pluviales (lluvia) y los desagues urbanos procedente del riego de jardines, el lavado de coches en la calle y el lavado de aparcamientos y aceras, recogen los contaminantes y los llevan a nuestros desagües pluviales, arroyos y al océano.
Este tipo de contaminación se denomina comúnmente "contaminación de fuentes no puntuales" porque el impacto ambiental procede de innumerables y pequeñas aportaciones y no de "fuentes puntuales" como las tuberías de las fábricas. Cuando contaminantes como los sedimentos, los pesticidas, los fertilizantes, las bacterias indicadoras (procedentes de los desechos animales y humanos), la basura, el aceite y otros fluidos de los automóviles llegan a las cunetas y luego a los desagües pluviales, fluyen directamente a nuestros arroyos y al océano sin ser tratados, lo que supone una amenaza para la calidad del agua.